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viernes, 18 de abril de 2014

Diferenciando conceptos

El objetivo que guía esta nueva entrada es abordar un aspecto del ámbito social, que como pudimos comprobar en una de nuestras clases, era desconocido para la mayoría de nosotros. Me refiero a la diferenciación entre los conceptos “asociación” y “fundación”, y lo que constituirse como una de estas dos terminologías supone para una entidad.

En primer lugar, a nivel organizativo, una asociación se podría entender como el resultado de la agrupación de un conjunto de personas que se unen con una finalidad común concreta a alcanzar. Poseen un CIF, y pasan a tener diferentes posibilidades como es contratar servicios o personas que ayuden a alcanzar ese fin común que guía toda la acción de la entidad, realizar actividades económicas, etc.

En el caso de la fundación lo que se unen no son personas, sino capital económico. Una de las causas habituales que tiene como resultado la constitución de una fundación es cumplir el deseo de una persona que cuando fallece destina dinero a  llevar a cabo ciertas acciones sociales.




En segundo lugar, en cuanto a la gestión, una asociación es más democrática, pues se encuentra dirigida por una junta directiva que es elegida por los socios que constituyen la asociación, por lo que es más democrática en su funcionamiento, pero menos estable. Y el funcionamiento de la fundación, por su parte, sigue los criterios establecidos por un organismo superior (Consellería o Ministerio) que supervisa que los recursos financieros se estén empleando adecuadamente.

Y en tercer lugar, a nivel fiscal, una problemática que no forma parte de la realidad de las fundaciones pero sí de las asociaciones es la necesidad de encontrar financiación para sustentarte, y los problemas que muchas veces encuentran en dicha labor. La principal fuente de financiación de las asociaciones son las cuotas que los socios aportan, sin embargo, éstas no desgravan, y la desgravación es algo fundamental para poder obtener financiación privada. De modo que, aunque reciban donaciones, no desgravarán, y eso dificultará la búsqueda de financiación.

Además, no puedo dejar de lado, dado el tema que estoy abordando, otros aspectos relevantes que forman parte de la realidad de las asociaciones:

Por una parte, el uso del asociacionismo como método para realizar actividades culturales, sin ser realmente una asociación como tal,  o para disfrazar empresas cuyo fin principal es obtener beneficio económico, y no social.

Y por otra parte, el carácter familiar de las asociaciones lleva en muchas ocasiones a que familiares del colectivo al que atiende la asociación formen parte del equipo profesional, o que algún trabajador forme parte de la junta directiva. Desde mi punto de vista, y apoyándome también en las ideas comentadas en clase, caer en cualquiera de esas dos opciones es un gran error, pues la mayoría de veces inevitablemente esto provoca la pérdida de calidad en los servicios que ofrece la asociación. En el primer caso porque los vínculos afectivos que esos familiares tienen pueden influir en su objetividad como profesionales, y en el segundo caso, porque puede ocurrir que, en la toma de decisiones  propias de la junta directiva, en la persona prevalezcan los intereses individuales como profesional por encima del bienestar y el progreso de la asociación en su conjunto.

Con esto doy por finalizada esta entrada. ¡Felices pascuas!.


Iris.

martes, 15 de abril de 2014

El Juego para todos.

¿Quién dijo que los juegos sólo son para niños? ¿Es solo la infancia  la etapa de la diversión, del entretenimiento? ¿Jugar es sinónimo de infantil, de inmadurez...?


Ante estas cuestiones que yo misma, en estos momentos me planteo comencemos por cuestionarnos en primer lugar:  ¿Qué es el juego? Por juego, como concepto teórico y conocimiento propio, podemos entender aquella actividad o actividades que se utiliza para divertir, para disfrutar, para entretener, pero sin lugar a dudas y bajo mi punto de vista  para aprender.
Aprendizaje y juego, aparecen como términos que a primera vista no tendrían porqué tener relación, pero ¿Quiénes de vosotros no ha aprendido algo, aunque fuera malo, bueno, mucho o poco a partir de realizar algún juego, alguna actividad lúdica? ¿Desde cuándo se juega? ¿Qué nos puede aportar?

Siguiendo el término a abordar, nos hallamos ante un origen cuya primera referencia que existe va hacia el año 3000 a.C.  Etimológicamente hablando junto con el estudio de algunos investigadores, la palabra "juego" ha hecho referencia a  dos vocablos en latín "iocume" y "ludus-ludere", los cuales se traducen en "broma, diversión, chiste".

A partir de aquí  ¿podemos hablar del juego como una a "actividad inherente al ser humano"?


Los juegos son considerados como parte de una experiencia humana presente en todo tipo de sociedad, estatus, cultura, etc. Como hemos podido leer en diversos estudios e investigaciones, las cosquillas combinadas incluso con la risa, probablemente sea una de las primeras actividades lúdicas del ser humano, ligado ello a las primeras actividades y relaciones con la comunicación y nuestro propio lenguaje.

Seguidamente es evidente la cantidad de significados, de definiciones, de ideas, de palabras, etc., que pueden conformar "el juego", convirtiéndose así en un concepto polisémico y en ciertos momentos subjetivo a partir del contexto, el individuo, las actividades...que se planteen. Por ello, para evidenciar este suceso es interesante contar con algunas de las conceptualizaciones que autores produjeron:




  • Huizinga (1938): "El juego es una acción u ocupación libre, que se desarrolla dentro de unos límites temporales y espaciales determinados, según reglas absolutamente obligatorias, aunque libremente aceptadas, acción que tiene fin en sí misma y va acompañada de un sentimiento de tensión y alegría y de la conciencia de -ser de otro modo- que en la vida corriente."
  • Gutton, P (1982): "Es una forma privilegiada de expresión infantil."
  • Cagigal, J.M (1996): "Acción libre, espontánea, desinteresada e intrascendente que se efectúa en una limitación temporal y espacial de la vida habitual, conforme a determinadas reglas, establecidas o improvisadas y cuyo elemento informativo es la tensión."


Siguiendo con este juego de conceptualización y sabiendo que el juego tiene una finalidad educativa ¿no apostamos por un aprendizaje a lo largo de toda la vida? Yo, por supuesto que sí, por lo que ¿qué más da la edad que se tenga para jugar? Siempre habrán posibilidades y finalidades educativas. No obstante y evidentemente es significativo saber qué tipo de juegos existen, quiénes son los participantes más idóneos para cada cuál y qué se quiere conseguir con la ejecución del mismo. De ahí que entre un grandísimo abanico de actividades lúdicas podamos encontrar: Juegos populares, juegos tradicionales, juegos infantiles ya sean éstos a nivel interno del estadio sensorio motor y/o externos como pueden ser los parques o los centro recreativos, juegos de mesa, juegos de ordenador, juegos de naipes (a partir de cartas o un objeto similar), juegos de rol y videojuegos entre otros muchos. A partir de todos ellos a su vez, podrán vincularse a una serie de relaciones sociales fomentando valores como la cooperación, la indiviudalidad, la oposición, etc.


Os pregunto ahora: ¿Todos los juegos son positivos, recomendables, divertidos y finalmente educativos? ¿Qué pensáis de los videojuegos por ejemplo? ¿Todos fomentan una educación pedagógica? ¿Debemos destruirlos todos? Considero que este tipo de cuestiones pueden desembocar en grandes debates en los que hoy en día se sumerge la dinámica del juego junto con el entorno en el que éste se de.



Os dejo sin embargo, un vídeo en el que podemos ser objetivos y valorar que no tenemos que caer en la generalización, porque realmente y siempre en sin excesos, los videojuegos como actividad lúdica, también llegan a desempeñar un gran papel educativo.



Por último me gustaría tomar un pequeño escrito de Edgar Morin  y reflexioneis. Este dice: (...) El juego no sólo es aprendizaje de tal o cual técnica, de tal o cual aptitud, de tal o cual saber-hacer. El juego es un aprendizaje de la naturaleza misma, de la vida que está en juego con el azar, con el alea.

¡Juguemos con la vida, aprendamos de ella! ¿Puede ser homoludicus el primer espacio para hacerlo? Tras la demostración y experiencia vivida en clase, es totalmente recomendable, os dejo el link para que os resulte más cómodo acceder: http://www.homoludicus-valencia.org/#
 

Feliz Martes chicxs!

Eva.

domingo, 13 de abril de 2014

Un acercamiento a la Asociación Valenciana de Espina Bífida

La Asociación Valenciana de Espina Bífida o AVEB es una asociación sin ánimo de lucro que se centra en la atención a personas afectadas por espina bífida principalmente, aunque también atienden a personas con patologías similares.

A modo de aproximación a la espina bífida, es una lesión medular congénita que da lugar a personas con movilidad reducida, pérdida de sensibilidad medular, debilidad medular, alergia al látex, pubertad precoz, entre otras consecuencias. Existen tres tipos, de menor a mayor gravedad: espina bífida oculta, merningocele, y mielomeningocele.

Volviendo a la acción de la asociación, su objetivo principal es la integración y la plena normalización de la vida para las personas a las que atiende, realizando para ello actuaciones encaminadas a alcanzar la igualdad de derechos y oportunidades, y  la eliminación de la discriminación y la exclusión social, acercando para ello a las familias a las que atiende las ayudas y apoyos necesarios para responder a las necesidades de cada persona concreta.

Bajo el lema de esa igualdad la asociación trabaja para dar lugar a espacios en los que las personas con espina bífida no se sientan como el “diferente” sino como uno más, siendo esta la razón por la que en el ámbito no formal orientan sus actividades a las personas que padecen ese mismo tipo de diversidad funcional o similares.   

A su vez, como base metodológica de su intervención apuestan por el ocio y tiempo libre, realizando programas que se basan en el fomento de la participación inclusiva de las personas a las que atienden. Es decir, que los programas que desarrollan nazcan de la mano de los propios destinatarios.

Hablamos, por lo tanto, de un ocio inclusivo, como estrategia “innovadora que potencia procesos de transformación e inclusión social” en palabras de los trabajadores del ámbito social que forman parte de esta asociación. Se trata, además, de un ocio muy amplio, pues realizan actividades muy variadas, siempre adaptadas a los deseos y necesidades de las personas a las que se dirigen. Se realizan actividades que van desde talleres, paseos,  cenas, bolera, cine, conciertos de música, excursiones a parques de atracciones, al Oceanogràfic… hasta actividades que requieren de mayor preparación y recursos como el esquí adaptado o el surf inclusivo, pero que tienen como resultado experiencias muy bonitas, pues suponen el crecimiento personal tanto de los profesionales como de los destinatarios. Concretamente sobre el surf inclusivo podéis encontrar un vídeo en la página web de AVEB, a la que podéis acceder a través del siguiente enlace: http://www.espinabifidavalencia.org/.

Como ideas base sobre las que guían su acción en el área de ocio y tiempo libre se encontrarían las siguientes:
-La necesidad de difundir la sensibilidad y aceptación hacia la diversidad, dando lugar a un cambio mental como paso previo al cambio social.
-Promocionar la accesibilidad universal de todas las personas al ocio y tiempo libre, independientemente de sus características.
-Fomento de un ocio no excluyente, abierto a toda la ciudadanía, aunque su acción se oriente más al colectivo específico ya comentado. Y con esto, crear condiciones que hagan posible la participación ciudadana.
-Socializar y difundir los proyectos de ocio inclusivo.

En cuanto al equipo profesional que forma parte de la asociación, disponen  de diferentes figuras como un educador para el piso tutelado, una técnica de ocio, trabajadores sociales, voluntariado, etc. Concretamente, el voluntariado se concibe como un pilar muy importante, y por ello realizan cursos de formación de voluntariado bajo un enfoque educativo basado en la horizontalidad, la igualdad, etc.

Como último punto, la asociación tiene un programa residencial de corta estancia denominado “El Teu Espai”, y se centra en intentar normalizar la vida de las personas a las que atiende, fomentando para ello aspectos como la autonomía personal, habilidades sociales, inserción laboral, formación académica, rehabilitación psicosocial, ocio y tiempo libre, etc. Se trata de una acción que se adapta a las características de cada caso, pero que, dentro de lo posible, intenta que las personas a las que atiende sean capaces de realizar las tareas propias de cualquier vivienda, y que la convivencia sea positiva, algo que a veces se vuelve complicado porque provoca numerosos conflictos, pero que, como en cualquier otro piso, deben quedar como simples conflictos de convivencia.

En suma, esta asociación es un ejemplo de lucha por la aceptación de la diversidad, y más allá, lucha por el derecho a ser diferente sin que ello conlleve la discriminación o el menosprecio. En palabras de la asociación, el fomento de la visión de la discapacidad como “la capacidad de ser extraordinariamente capaz”.

Feliz domingo,


Iris.

Un pequeño cuento con una gran reflexión.

Había una vez, en un pueblecito muy pequeño, un hombre que trabajaba de aguador. Por aquel entonces el agua no salía de los grifos, sino que estaba en el fondo de profundos pozos o en el caudal de los ríos. Si no había pozos excavados cerca del pueblo, el que no quería ir a buscar el agua personalmente debía comprarla a uno de los aguadores que , con grandes tinajas, iban y volvían al pueblo con el preciado líquido.
Una mañana, una de las tinajas se agrietó y empezó a perder agua por el camino. Al llegar al pueblo, los compradores le pagaron las acostumbradas diez monedas por la tinaja de la derecha, pero sólo cinco por el contenido de la otra, que apenas llegaba a la mitad.
Comprar una tinaja nueva era demasiado costoso para el aguador. Así que decidió que debía apurar el paso para compensar la diferencia de dinero que recibía.
Durante dos años el hombre siguió yendo y viniendo a paso firme, llevando agua al pueblo y recibiendo sus quince monedas como pago por una tinaja y media de agua.
Una noche lo despertó un chist y en su habitación:
-          Chisssst…chisssst..
-          ¿Quién anda ahí?- preguntó el hombre.
-          Soy yo –dijo una voz que salía de la tinaja agrietada.
-          ¿Por  qué me despiertas a estas horas?
-          Supongo que si te hablara de día y a plena luz, el susto te impediría que me escucharas. Y necesito que me escuches.
-          ¿Qué quieres?
-          Quiero pedirte que me perdones. No fue culpa mía la grieta por donde el agua se escurre, pero sé lo mucho que te he perjudicado. Cada día, cuando llegas al pueblo cansado y recibes por mi contenido la mitad de lo que recibes por mí hermana, me dan ganas de llorar. Yo sé que debías haberme cambiado por una tinaja nueva y desecharme, y sin embargo me has mantenido a tu lado. Quiero agradecértelo y pedirte una vez más que me disculpes.
-          Es gracioso que me pidas disculpas- dijo el aguador-. Mañana, bien temprano, saldremos juntos tú y yo. Quiero enseñarte algo.
El aguador siguió durmiendo hasta el alba. Cuando el sol asomó por el horizonte, tomó la vasija agrietada y se fue con ella al río.
-          Mira- dijo al llegar, señalando la ciudad-. ¿Qué ves?
-          La ciudad- dijo la vasija.
-          ¿Y qué más?- preguntó el hombre.
-          No sé…El camino- contestó la vasija.
-          Exacto. Mira a los lados del sendero. ¿Qué ves?
-          Veo la tierra seca y el ripio del lado derecho del camino y los canteros de flores del lado izquierdo- dijo la vasija, que no entendía qué le quería mostrar su dueño.
-          Durante muchos años he recorrido este camino triste y solitario llevando el agua hasta el pueblo y recibiendo igual cantidad de monedas por ambas tinajas…Pero un día noté que te habías agrietado y que perdías agua. Yo no podía cambiarte, así que tomé una decisión: compré semillas de flores de todos los colores y las sembré a ambos lados del camino. En cada viaje que hacía, el agua que derramabas regaba el lado izquierdo del sendero y, en estos dos años, conseguiste crear esta diferencia. El aguador hizo una  pausa y, acariciando a su leal vasija, le dijo << ¿Y tú me pides disculpas? ¿Qué importan algunas monedas menos si gracias a ti y a tu grieta los colores de las flores me alegran el camino? Soy yo quien debe agradecerte tu defecto>>


Hasta aquí por hoy. La diferencia, los defectos, son los que realmente nos hacen ser nosotros, nos hacen ser únicos, valorados e imprescindibles. Porque la perfección más perfecta es la que está formada por las imperfecciones que cada uno de nosotros poseemos.

Feliz domingo,

Eva.

viernes, 4 de abril de 2014

MUSEU VALENCIÀ D'ETNOLOGÍA: una manera de conectar con la tradición valenciana.


Buenos días de nuevo! Hoy quiero hablaros del Museu Valenciá d'Etnología. Ya que, como bien dice el título de esta entrada, es una manera perfecta de entrar en contacto con la tradición de nuestra comunidad. 

El Museu Valencià d'Etnología fue creado por la Diputación de Valencia en 1982. Nos permite conocer la riquísima cultura que nos ha ido dejando la sociedad valenciana con el paso del tiempo hasta ahora: maneras de vivir, costumbres, fotografías, objetos que han representado las maneras de vivir, etc... Y es que, en mi opinión, no hay mejor manera que ésta de acercarnos y conocer un poquito más nuestro patrimonio cultural.



El Museo dispone de una exposición permanente que nos da a conocer la relación entre las personas de la sociedad valenciana tradicional y sus diferentes ambientes cotidianos (objetos, contenidos tradicionales...), tanto en su vida doméstica y espacio de trabajo como en sus lugares de encuentro y entretenimiento. Esta exposición permanente está orientada en 5 ámbitos: la ciudad, la marjal, la huerta, el secano y la montaña. Cada uno de ellos con sus contenidos más representativos de la tradición valenciana. 



Y, además, también dispone de exposiciones temporales que difunden y nos ayudan a interesarnos y conocer las culturas de diferentes lugares del mundo. Un recorrido diferente por lugares de grandísima riqueza culturas y que, quizás, muchos de nosotros desconozcamos. 


Pero el Museu Valenciá d'Etnología no es únicamente un lugar de exposición donde se realizan visitas guiadas, sino que además es promotor de educación. Se realizan actividades educativas relacionadas con los contenidos del museo y adaptadas para todo tipo de público, desde pequeños hasta mayores; donde todos pueden pasar un buen día y aprender de una manera agradable, productiva, divertida y entretenida.







Aquí os dejo el enlace de la página web del museo para que consultéis información mucho más amplia y detallada si os ha resultado de interés: http://www.museuvalenciaetnologia.es/ 
Además, un vídeo donde viene perfectamente explicado en qué consiste el museo, así como sus contenidos:


Espero que os guste, y ya sabéis: un museo no tiene por qué ser aburrido si se tiene interés y realmente te hacen pasar un buen rato. 
Un abrazo y hasta la próxima!
Carolina.

domingo, 30 de marzo de 2014

Los niños del barrio rojo: el poder del arte.




"Los niños del barrio rojo" es una película/documental que narra la historia de mujeres que se ven obligadas y destinadas a la prostitución generación tras generación. Una historia contextualizada en la ciudad de Calcuta (India). Concretamente, narra las vivencias de la fotógrafa Zana Briski durante su reportaje sobre la problemática de la prostitución en el barrio rojo. Pero llega a tal punto su involucración e interés por las vidas de las prostitutas, que llega a establecer un fuerte vínculo con los hijos/as de las prostitutas, de los cuales queda fascinada. 

La fotógrafa decidió emprender un proyecto en el que a aquellos niños, privados de infancia debido a la situación en la que se estaban desarrollando, se les diera la verdadera oportunidad que merecían. Una oportunidad de vivir, desarrollarse y disfrutar de una manera sana. Hizo lo único que sabía: enseñarles a retratar su realidad. Les enseñó a expresar mediante la fotografía lo que sus ojos ven y su mundo sin salidas no les permite. Les reveló la fotografía y  les dio la oportunidad de gritar sus sentimientos censurados. Porque cuando naces en el barrio rojo, como en otras zonas marginales y desprotegidas del planeta, el futuro está escrito.

El documental muestra una realidad dura, sincera y sobrecogedora que no deja indiferente. Es una impactante muestra de cómo esos pequeños dan uso a las cámaras dispuestos a usar el poder del arte ante su rutina diaria y, de alguna manera, mostrar y hacer frente a esa difícil realidad a la que se ven expuestos día tras día.

Quizás, (es más), lo más seguro, es que este documental no cambie el mundo; quizás la gente lo visualice y cuando salga dos o tres horas después a tomar algo o se vaya de compras, lo hayan olvidado. Pero aún así, desde mi punto de vista, se trata de un documental que no puede pasar desapercibido. Un documental que cuando lo vemos entra en contacto directo con nuestra sensibilidad y, espero, haga reflexionar y pensar en las grandes diferencias y dificultades por las que atraviesan algunas partes del mundo, especialmente, sectores tan vulnerables como lo son los niños.

Buenos días a todos y espero que de verdad os haya animado a visualizar el documental, porque realmente merece la pena. Hasta la próxima!

Carolina.




miércoles, 26 de marzo de 2014

Taller de escritura, una experiencia de descubrimiento artístico.

Al escribir se retienen las palabras, se hacen propias, sujetas a ritmo, selladas por el dominio humano de quien así las maneja… Mas las palabras dicen algo. ¿Qué es lo que quiere decir el escritor y para qué quiere decirlo?... Quiere decir el secreto; lo que no puede decirse con la voz por ser demasiado verdad; las grandes verdades no suelen decirse hablando. La verdad de lo que pasa en el secreto seno del tiempo, es el silencio de las vidas, y que no puede decirse. “Hay cosas que no pueden decirse", y es cierto. Pero esto que no puede decirse, es lo que se tiene que escribir” (Skliar y Larrosa, 2009, p. 11).

Con este fragmento comienzo esta  nueva entrada, un fragmento del que puede deducirse la magia propia de la escritura, aquella que nos impulsa a escribir como consecuencia de la necesidad de sacar de algún modo aquello que sentimos y que a veces ni si quiera somos capaces de decir en voz alta. En esta línea, los talleres de escritura se convierten en un ejercicio fundamental para fomentar un tipo de arte como es la escritura, así como la interacción entre la misma y las personas, intentando hacer surgir ese impulso que nos lleva a escribir más allá del ámbito obligatorio, escribir porque disfrutamos con ello.

Y a propósito de esto, la experiencia del pasado miércoles fue una oportunidad y un ejemplo de taller de fomento de la escritura, de la cual pude deducir diferentes aspectos:

En primer lugar, que cualquier taller de fomento de la escritura debe constar de un primer momento de “calentamiento”, realizando para ello dinámicas de inicio, para la primera toma de contacto. Seguido de las propias actividades de fomento de la escritura (sensibilización y expresión), y por último, actividades de reflexión sobre lo experimentado en el taller.

En segundo lugar, que dichos talleres necesitan disponer del tiempo necesario que permita que la actividad se realice con tranquilidad.

En tercer lugar, la importancia de que aquellas personas que vayan a hacer uso de los talleres de escritura como parte de su práctica profesional, como puede ser el caso de los educadores sociales, previamente experimenten esta vivencia como participantes del taller escritura.


Y en cuarto y último lugar, que este tipo de talleres permite fomentar aspectos como la creatividad, la imaginación, la expresión, etc. Pero por otra parte, también se convierte en una posibilidad de encuentro del individuo consigo mismo, un acercamiento a sus potencialidades, al conocimiento de lo que es capaz de hacer, y a reflejar su personalidad, ya que cuando escribimos, consciente o inconscientemente, dejamos parte de nosotros en lo que estamos transmitiendo.


Iris.