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lunes, 12 de mayo de 2014

¡NOS TOCA EVALUAR!


Cada vez se acerca más el fin del curso y con ello el fin de la asignatura que nos llevó a iniciarnos en este mundo del Blog. ¿Y qué hacemos ahora con todo esto?

 La evaluación es ahora uno de los procesos más oportunos a realizar y que nos puede proporcionar el conocimiento y la apreciación sobre el resultado, aprendizaje, logros, méritos y significados entre otras cosas, de lo que algún día empezamos a crear.




Pero, ¿Cómo podemos evaluar? ¿Hay una única forma de hacerlo? ¿Un sólo tipo de evaluación? ¿Un solo modelo? ¿Quiénes son los autores que determinan un tipo de evaluación u otro? y en definitiva y relacionado con nuestro próximo futuro profesional el cual no aterra: ¿Cómo podremos realizar la evaluación de cualquier actividad, taller, proyecto, etc., que llevemos a cabo o realizar al mismo tiempo la evaluación de nuestros propios proyectos?


En primer lugar, es interesante abordar el tema de las dimensiones con la que toda evaluación se puede enfrentar. Debemos de ser conscientes que realizar una evaluación implica previamente planificar dicha acción y elaborar el diseño pertinente en relación con la realidad a evaluar.
Para ello será necesario tener claro: El objeto de evaluación; la finalidad, el momento evaluativo, el modelo paradigmático, la instrumentalización, el evaluador y el referente.
                                                                                                                                                                                                                        Al mismo tiempo y como punto crucial para saber cómo enfocar una evaluación, es interesante y preciso contemplar los diferentes enfoques y modelos con los que podemos trabajar. Es decir, hablamos de enfoques tecnológicos, los cuales indicen en el cumplimiento de los objetivos que en un inicio se propusieron (Modelo de verificación de logros por Tyler); enfoques orientados a la decisión cuyo pionero fuer Stufflebeam; enfoques en los que no hay referencia a unas metas propuesto por Scriven; modelos de evaluación respondente defendido por Stake; evaluación iluminativa por Parlett y Hamilton y otros muchos modelos a partir de los cuales, como ya hemos comentado, se pueden realizar diversas y desde diferentes puntos de vista, evaluaciones.

Del mismo modo, a partir de proceder a efectuar la evaluación de cualquier actividad, proyecto, etc., ¿qué instrumentos utilizaremos?
Debemos asegurarnos de que éstos serán del tipo cualitativo y/o cuantitativo ¿Tienen diferencias? Por supuesto. Los instrumentos cuantitativos serán todos aquellos que puedan ser cuantificados, es decir, se trata de un método basado en los principios metodológicos del positivismo. En cambio, los instrumentos cualitativos están exentos de ser cuantificados y dependen más de la subjetividad y el razonamiento humano (entrevistas, grupos de discusión, etc.)

Finalmente, no sólo podemos evaluar trabajos, proyectos, talleres, etc., sino que como se ha comentado al inicio de esta entrada, y puesto que llegamos al final de esta asignatura y por lo tanto de este espacio de aprendizaje que hemos creado a lo largo del cuatrimestre, también existen técnicas e instrumentos para evaluar en este caso nuestra asignatura.
Hablamos de técnicas por lo tanto como:
- Análisis y valoración de los trabajos o producciones que se han realizado.
- Observaciones a través de diarios, libros de actas, anécdotas, etc.
- Pruebas, entendidas como una actividad más de aprendizaje y no como simple calificación que pueden ser escritas, orales, etc
- Técnicas de análisis en grupo
- Técninas que analizan las relaciones del grupo
- Técnicas creativas como "hojas sobre tierra" que realizaremos próximamente.


Ya para finalizar, os dejo un vídeo con un toque de humor sobre la evaluación, y el miedo que muchas veces le tenemos a ésta.



Feliz Lunes!

Eva.

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