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lunes, 24 de febrero de 2014

"TODOS VEN LO QUE TU APARENTAS, NADIE ADVIERTE LO QUE TU ERES"


Según la RAE (Real Academia Española), cuando buscamos el significado de la palabra “puzle” (puzzle en inglés) nos la define como: “rompecabezas”, juego que consiste en juntar o unir piezas independientes que terminan formando una figura o una imagen global. ¿No os parece una clara ilustración con la vida de los seres humanos y la sociedad?

Cada cual adoptamos una serie de gestos, de actitudes, de formas de hablar, de pensar, de escribir, de leer, de relacionarnos… que al juntarse, forman lo que entendemos por identidad personal, por nuestra personalidad.
Ésta es en gran medida, la que produce las piezas, es decir, las personas como únicas e irrepetibles, como individuales, sin producir en primera instancia ningún tipo de problema. No obstante, cada pieza deberá unirse para formar un puzle, es decir, cada uno de nosotros interactuamos, nos relacionamos y actuamos ante los demás creando una comunidad, una asociación y en definitiva una sociedad civil, lo que puede dar a lugar ahora sí, a conflictos.

 Es aquí donde, al contrario que la individualidad, somos valorados, respetados y queridos socialmente, pero también somos juzgados, etiquetados, criticados, etc.,  por aquello que está fuera de lo que globalmente todos hemos considerado en mayor o menor medida “normal”.  ¿Qué pasa con esas personas?
Como hemos podido ver a través del video “Piezas” realizado en el centro penitenciario “Picassent” (Valencia), nos encontramos ante una serie de personas que por circunstancias de la vida se han visto implicadas en asuntos o conflictos ilegales. Ellos cumplen su condena, la que en su día dictó el juez, mi pregunta es ¿También somos nosotros, todos los ciudadanos, jueces día tras día? ¿Tenemos que castigar moral y socialmente a aquellos que están o han estado en prisión?

“Lo que nos enseñan es lo que aprendemos y lo que aprendemos es lo que sabemos”, palabras de una persona en prisión. ¿Qué hemos aprendido nosotros, que tenemos que juzgar y no llamar “persona” a quien creemos que no lo merece porque alguien nos lo dijo? ¡Aprendamos de verdad de una vez!

¿Qué aprenden aquellas personas que sienten que no forman parte de nada, que no merecen una calidad de vida mínima, que no son valoradas ni reconocidas socialmente? Nada, no aprenden nada. Entonces que queremos ¿reinserción o castigo?
 A partir de ello, si queremos luchar por el “aprender”, una de las muchas posibilidades es, tal y como se muestra en el video “Piezas”, hacerlo a partir de las actividades culturales que inciten y les den la oportunidad de participar, de poder ser reconocidos por algo o alguien, de sentir responsabilidad, de poder mostrar sus habilidades, sus características propias, su yo individual, etc., para que a partir de este reconocimiento y valoración que a todo el mundo nos gusta tenerlo y escucharlo, empiece el cambio, su cambio, nuestro cambio. Un cambio de mejora en la calidad de vida y a nivel personal, el cual se verá reflejado inmediatamente en el conjunto. De esta forma, encajarán todas las piezas en el mismo puzle, en el que la individualidad se nutra en la globalidad a pesar de las diversidad y experiencias vitales de cada cual.

Observemos, miremos a los demás...no nos quedemos en un simple "ver", porque nadie nos advertirá de lo que podemos llegar a conocer y por supuesto, perder.




Os dejo una de las canciones que aparece en el vídeo "Piezas" y que hace referencia al título de esta entrada.  Hasta la próxima :)

                                                                                                                             Eva.

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